Vuelve Chan Marshall con su noveno disco de estudio y tras seis años sin publicar material nuevo (sin obviar su disco de versiones, claro) ya iba siendo hora de que dejase fluir ese talento que hizo estremecer a la industria tras sus sublimes “You are free” (2003) y “The Greatest” (2006).
Durante estos seis años Chan Marshall ha sido internada en un centro psiquiátrico en Nueva York, desahuciada por el banco, ha aparecido en “My blueberry nights” (Wong Kar Wai, 2007), ha roto con su pareja, y se a cortado el pelo!!! … y a pesar de todo, ha vuelto con su disco más esperanzador de todos. Esperanzador en cuanto a buen rollo, a accesible y sobretodo porque se nota que quiere abrir una pequeña brecha con sus anteriores trabajos. Un disco donde ella misma se a encargado de tocar prácticamente todos los instrumentos y donde ella misma a administrado los sintetizadores y el auto tune tan presente en los once cortes del disco. Ella ha hecho y desecho a su antojo y el resultado no puede ser mejor. Porque la primera escucha ya te deja ese aura de genialidad y uno no puede rehuir a temazos de la talla de “Cherokee”, “Ruin” (magistral canción con una especial visión de la mierda de mundo en el que vivimos”, “3,6,9” , “Manhattan” o el impagable “Nothing but time” con la ayuda de Iggy Pop. Temas directos y que te atrapan a la primera de cambio; sin pesimismos y depresiones a parte en sus letras, cosa que se agradece; Marshall canta a la esperanza y al cambio (..”it´s up to you, to be a superhero”…). Para hacernos una idea, si alguien te dice que quiere empezar a conocer Cat Power, no estaría mal que empezaran por este “Sun”, luego ya que entre en terrenos más pantanoso, que los hay y los habrá en un futuro. Seguro.
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